
Debido a mi edad yo crecí sin saber mucho de esas mujeres imponentes. Claro que miré semidesnudos femeninos en la publicidad o lo poco que mostraba la televisión y películas de los años 90 y 2000. Para mi era misterioso ver fugazmente a mujeres voluptuosas con despampanantes prendas sugerentes en fotografías. Esos rápidos vistazos solo ocurrían fortuitamente en ventas de revistas viejas, mercados de pulgas, o en pósters en las paredes de las vulcanizadoras. Ahora comprendo la importancia cultural, sobre todo para la citadina, de esas bellas mujeres del pasado. No eran vulgares desnudos, me parece que incluye mucho más de glamour, erotismo y habilidad para usar su cuerpo. Un trabajo que atraía admiración, celos, diversión y hasta excitante peligro. Las vedettes de los años 70 y 80 siguen con sus vidas después de que feneció la juventud. Maria José Cuevas cuenta su historia del pasado y la actualidad a través de un documental.