La ambición para crear. Bastidores 2016.

En el año 2015 surge una idea para trabajar con artistas, una iniciativa para demostrar qué hacen los pintores mexicanos contemporáneos. Era necesario hacer algo más allá de una exposición convencional para calmar esa ambición. Héctor Toledo, director asociado en Time Out y Ache Producciones, junto con Raúl Cuesta, director de cine, forman la plataforma de arte Bastidores que lanzó una convocatoria en 2016 para artistas de la Ciudad de México. El 1 de marzo concluyó exitosamente la primera edición de Bastidores con la primera proyección de documentales cortos y la primera exhibición de las obras de los diez artistas seleccionados.

Bastidores es una iniciativa privada sin fines de lucro con el objetivo de incentivar a la creación artística, reflexionar y dialogar en torno a esta y marcar un índice histórico de la producción contemporánea mexicana. La mejor manera de lograr esto fue lanzar una convocatoria bienal que consiste en la selección de artistas, un encuentro con conferencias y mesas de trabajo, la comisión de una obra exclusiva para la plataforma, el diseño de un catálogo para cada artista, un documental registrando el proceso creativo  y la exhibición de la obra. Tal vez la palabra «ambicioso» es insuficiente para describir la plataforma.

Primero se seleccionaron a los artistas: Agustín González, Álvaro Verduzco, Andrea Bores, Daniel Lezama, Daniel Pérez Coronel, Galia Eibenschutz, Itzamna Reyes, Javier Areán, Javier Peláez y Sofía Fernández. El primer encuentro de los seleccionados se llevó a cabo del 28 de junio al 1 de julio de 2016 en el Centro de Cultura Digital. Tuve el agrado de estar presente en la llamada «Semana de Diálogo». Los artistas se conocieron y charlaron, fue agradable estar en un ambiente de camaradería. Pocas personas estuvieron presente esos días, incluso solo estuvieron presentes los organizadores y seleccionados pero no por eso decaía el ambiente. La «Semana de Diálogo» fue un excelente momento de retroalimentación y aprendizaje. Destacó la proyección de Amplios detalles: Tras los pasos de Francis Alÿs (Dir. Julien Devaux, 2006) y sobre todo la plática con el galerista Hilario Galguera. Esa plática se extendió más horas de las programadas con todos los asistentes fascinados ante las anécdotas del invitado.

Después, se comisionó a los seleccionados la creación de una obra en un periodo de mes y medio. A cada uno lo acompañaría un director documentalista, los encargados de demostrar la esencia del trabajo: Bruno Bancalari, Juan Pablo López Fonseca, Carlos Muñoz, Carlos Mignon, Paulina del Paso, Juliana Gómez, Anaïs Huerta, Rodrigo Valdés Villareal Guerrero, Jan Markowski, Jorge Hernández Salgado y el mismo Raúl Cuesta fueron los encargados de los filmes.

Finalmente se mostraron los resultados de esfuerzos en conjunto. El 1 de marzo de 2017 se presentaron los documentales en el Centro de Cultura Digital con un lleno total y hasta personas sentadas en las escaleras del auditorio. Al terminar la proyección los presentes acudieron a Proyecto Público Prim, en la colonia Juárez de la Ciudad de México, para mirar las obras y celebrar el fin de la primera edición de la plataforma.

Iniciativas como esta son limitadas en el país. El estado es quien funge como principal promotor cultural pero los recursos son limitados. Es difícil que surjan proyectos ante la problemática de recaudación de fondos. Raúl Cuesta, director general de Bastidores, comenta que junto con Héctor Toledo han trabajado para proyectos comerciales durante mucho tiempo, dándose pausas para trabajar en sus ideas. «Siempre apreciamos ir a museos juntos, ver exposiciones de arte en general. Consideramos que la pintura estaba algo olvidada o combinada con el arte contemporáneo. Queríamos hacer un paréntesis, conectarnos con otras personas en esta búsqueda: artistas, cineastas, colaboradores», conversábamos en una larga sala iluminada con luz blanca en medio de las diez primeras obras de Bastidores. «Sobre la película que yo hice con Javier Peláez, él estaba en un entorno en que era vulnerable, observado. Creo que el valor de su arte está ahí, en el que muestra algo que nunca había hecho. Ahí encuentro cosas significativas y trascendentes.»

La fiesta se llevaba a cabo en una casona antigua que está adquiriendo fama al ser utilizada para lanzamientos, presentaciones, happenings y exposiciones efímeras. En un patio grande los invitados bebían cócteles a media luz en medio de un edificio del siglo XIX desgastado pero interesante para eventos culturales nocturnos. Los asistentes iban y venían de las mesitas altas cerca de la barra hacia la larga sala iluminada de blanco que contenía las obras resultantes, todos hablando de cuales les habían gustado más con una bebida en la mano en ambiente relajado y amigable. Las obras eran de diversos estilos, formatos y técnicas. La selección partió de la pintura y terminó incluyendo al dibujo y la incorporación de materiales ajenos a la tradición pictórica. Además se otorgaron dos reconocimientos especiales para Agustín González y Daniel Pérez Coronel.

Izquierda Allan Villavicencio, centro Daniel Pérez Coronel.

Agustín González trabajó un políptico de seis partes con partes de abstracción y formalidad, cuerpos humanos, reminiscencia de paisaje y colores planos. «Mi trabajo tiene que ver con la diversidad, la cuestión de síntesis y narración. ¿Por qué no poner diferentes cosas al mismo tiempo? Si tienes una idea y es caótica, ponla pues de eso se trata el arte, conjugar diversas ideas, trabajar desde la incertidumbre y la certeza.»  Por el contrario Pérez Coronel utilizó objetos que recogía de la calle, desperdicios que encontraba en el camino. «Leí que había un centro comercial muy importante en Tlatelolco, un centro de identidad cultural. Decidí caminar por la ruta de comercio entre la Plaza de las Tres Culturas y La Lagunilla porque un ahora ese centro comercial está ahí. Decidí hacer intervenciones en la calle y recoger lo que me fuera encontrado, es algo que tiene que ver con el azar, con la deriva. Una vez que recogí esos objetos hay algo que considero que es el pensamiento pictórico y aplicarlo fuera de la tradición de la pintura.» de esa manera Coronel explicaba su obra.

Javier Areán

Entre risas y sorbos logré aproximarme a otros seleccionados de Bastidores. Itzamna Hugo Reyes es de los artistas emergentes cuyo nombre se escucha cada vez mayor frecuencia. Pude apreciar su obra en Parámetro 02 Arte Lumen, comúnmente con grises y colores oscuros, pinta el paisaje urbano, las vivencias cotidianas al viajar en transporte público, particularmente camión, él los llama los «no-lugares». «Fue un largo recorrido al conocer otras expresiones como la escultura, las acciones pero no me hallaba, con la pintura logré aterrizar mejor mi proyecto. Son mis recorridos, mi trayecto, mi contexto». Javier Areán trabaja desde el apropiacionismo de las imágenes. Su trabajo es una investigación con ciertos documentos, en el caso de la obra comisionada tiene que ver con su pasado, con la casa en la que habitó en su infancia y adolescencia. La primera piedra surge a partir de la fotografía del ritual del inicio de la construcción de su casa en Coyoacán. Andrea Bores se muestra tímida ante su sentimiento de no pertenencia pues no es artista visual de formación, sino diseñadora textil, pero bastante feliz con una experiencia nueva y lista para continuar en el arte con otros materiales como intervenciones con pigmentos orgánicos.

Al parecer todos están orgullosos de la participación en el proyecto. Aún así falta un lugar en dónde exponer las obras para que el público pueda acercarse a estas, de momento solo están disponibles para descargar los catálogos de cada artista. «No esperábamos resultados como si fuéramos una institución gubernamental o empresa comercial, creo que ese fue el éxito. El proyecto nació de la duda, de cuestionarnos qué hacer, de preguntar a alguien que les parecía, de gente que nos tiraba las ideas, gente que apoyaba las ideas, de complementarse con otras personas como los curadores, los artistas, los cineastas. Llegas a algo que es en conjunto. Las metas de todo esto fueron las metas de cada uno y al final de cuentas se cumplieron las metas de todos, se cumplieron las metas no desde el punto de vista de el líder, sino de cada uno», hace sus comentarios finales Raúl Cuesta satisfecho del trabajo cuando es su primera vez al trabajar en una exhibición de artes visuales. Bastidores surgió de la pasión y de la ambición por demostrar qué se produce actualmente en México y por lo tanto buscará fortalecerse. Valiente y necesaria la iniciativa. A mi parecer solo falta un último paso, vincularse con el público y que la gente pueda ir a acercarse a las obras. Aún no saben cuál será el lugar. Raúl retoma comentarios de Agustín González, el arte se está metiendo a otros lugares, no solamente en los museos, puede que miremos la exposición en lugares donde ni siquiera el arte ha sido llamado.

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