El objeto y los recuerdos como protagonistas. «Cuerpos Vibrantes» de Marcela Lobo

Marcela Lobo, "Planchando trapos" (fragmento), 2013
Marcela Lobo, «Planchando trapos» (fragmento), 2013

Los objetos producidos en serie actualmente no están hechos para durar. Son para usarse, consumirse e inmediatamente desecharse para poder adquirir el más reciente modelo. Caso contrario a los objetos del pasado hoy valorados como vintage. Estos objetos eran igualmente para uso comercial, publicitario y utilitario pero tienen un aire de misterio, curiosidad y estética que llama la atención de coleccionistas. Muchos son usados por las características decorativas que tienen. Incluso puede decirse que su manufactura cercana a lo artesanal tiene más pasión que muchos de los objetos producidos hoy en día. Además los objetos son receptáculos de sentimientos, ideas y memorias. Marcela Lobo, artista plástica, exhibe parte de su trabajo en «Cuerpos Vibrantes» en el museo José Luis Cuevas.

Marcela Lobo, "Maniquíes en movimiento", 2013
Marcela Lobo, «Maniquíes en movimiento», 2013

Marcela Lobo (Ciudad de México,1959) se ha desempeñado en diferentes técnicas artísticas como la fotografía y gráfica pero resalta mucho su trabajo en pintura pero sobre todo en arte objetual. Lobo utiliza muchos objetos utilitarios antiguos, la mayoría de principios hasta mediados del siglo XX. La artista se ha definido como chacharera al guardar, comprar y coleccionar objetos vintage al ser más interesantes que los objetos «vacíos» actuales. Muchos han sido usados por ella o de alguna manera relacionada con su vida y personas cercanos. Los objetos no son simplemente acumulados en su casa sino que son integrados directamente a su obra plástica. Crea composiciones a partir de estos que nos hacen observar curiosamente los misterios que pueden guardar. Algunas obras fácilmente pueden ser descifradas pero otras nos invitan a imaginar nuevas historias.

Kurt Schwitters, "Merzbild 1A (El psiquiatra)", 1919
Kurt Schwitters, «Merzbild 1A (El psiquiatra)», 1919 foto tomada de Museo Thyssen 

La obra de Lobo remite al concepto de Merz de Kurt Schwitters. A principios del siglo XX, los dadaístas cuestionaban y experimentaban con el quehacer artístico. La técnica de collage utiliza imágenes no producidas por los artistas, sino imágenes de publicaciones o fotografías para explorar los alcances de la creatividad y el azar a pesar de (aparentemente) no requerir mucha genialidad o habilidad. Kurt Schwitters creo el concepto Merz en 1919 para llamar a las pinturas, dibujos y collages con un carácter tridimensional al clavar o pegar objetos «intrusos» de la tradición académica del arte en un lienzo. Integraba objetos de la vida diaria a sus obras para romper con limitaciones entre el mundo cotidiano y el arte. Recogía objetos azarosamente y los aprovechaba por sus cualidades materiales y estéticas, no por ser un símbolo dentro de la obra.
Rechazaba cualquier preciosismo para elevar la creatividad. Los objetos sufren una metamorfosis al ser cortados, pegados, perforados, deformados o empastados por encima con pintura.

Marcela Lobo, "Mano a mano", 2012
Marcela Lobo, «Mano a mano», 2012

Si bien Lobo parece que heredó la forma de trabajar de Schwitters, el objeto no es un simple elemento más, sino es el protagonista muchas veces. En estas obras puede observarse el aprecio de estos y el discurso construido a base de recuerdos. Los objetos son aprovechados como material estético y como símbolo. En las composiciones abunda el dibujo abstracto o azaroso. El collage bidimensional  es cubierto con empastes o completado con dibujo no realista sino abstracto y emocional. Las imágenes recortadas y los objetos son despojados de un uso para el cual fueron creados pero los recuerdos e ideas dentro de estos se mezclan con la interpretación del espectador.
En donde explota la genialidad de Lobo es en sus cajas-objeto. No hay duda que el gran protagonista es el objeto. El discurso es sumamente claro en cada caja y dónde más actúa la curiosidad y asombro del espectador al ver los objetos antiguos dispuestos en composiciones simples y complejas, objetos con texturas y colores muy diferentes a los actuales. Remite muchas veces a los bellos objetos que hay en casa de los abuelos, incluso puede generar otras emociones como el miedo ante de figuras humanoide como maniquíes y muñecas. De hecho a muchas caja-objeto poco les hace falta para que estén vivas.

Fascinante es la palabra indicada para describir las cajas-objetos en donde coleccionismo, nostalgia, curiosidad y arte se fusionan. La obra de Marcela Lobo se contrapone a nuestros tiempos del consumo efímero, banal y lo desechable.

Museo José Luis Cuevas
Academia 13, Centro Histórico, CDMX
Hasta 12 de Junio

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